En el fondo, el Biotuning implica un cambio de mentalidad: ya no vemos al cuerpo como algo pasivo, sino como un sistema complejo que responde y esta (o debería estar) en sintonía con el entorno. Las intervenciones en Biotuning buscan influir en sistemas como el nervioso, el inmune, y el endocrino, potenciando la capacidad natural del cuerpo para regenerarse, adaptarse y funcionar a su máximo potencial. A través de herramientas prácticas, esta medicina nos permite sintonizar nuestra nuestra biología con el ritmo de la vida.

La nutrición juega un rol central en el Biotuning. A través de la modificación de los hábitos alimenticios, como el ayuno intermitente o la dieta basada en plantas (no necesariamente exclusiva de alimentos vegetales), podemos influir en el metabolismo, el estado de ánimo y la claridad mental. Estos enfoques alimenticios ayudan a estabilizar el azúcar en sangre, reducir la inflamación y favorecer un estado metabólico más eficiente, lo cual tiene efectos profundos en la vitalidad y la longevidad.

El sueño es otra de las áreas clave en el Biotuning ya que representa el momento de regeneración y equilibrio para el cuerpo y la mente. Desde ajustar las condiciones del ambiente de sueño hasta el uso de suplementos naturales que promuevan el descanso profundo, el Biotuning aborda el sueño como una necesidad biológica central. La mejora de la calidad del sueño se traduce en un sistema inmune más fuerte, mayor energía y mejor regulación emocional.

Además de los aspectos físicos, el Biotuning explora prácticas que estimulan el desarrollo cognitivo y mental. Esto incluye el uso de nootrópicos naturales, técnicas de respiración y prácticas meditativas que optimizan la función cerebral. Estas prácticas ayudan a mejorar la memoria, la atención y la creatividad, integrando cuerpo y mente en un estado de rendimiento elevado y consciencia plena.

Algunos conceptos clave que es importante tener bien integrados antes de la experiencia con Medicinas Sagradas son:

• Ayuno Intermitente: Alternar períodos de ingesta y ayuno para mejorar la salud metabólica, promover la autofagia y optimizar el uso de energía.
  
• Nutrición Basada en Plantas: En su variante carnívora o vegana se promueve el consumo de alimentos a los que esta biológicamente adaptado el ser humano, con la finalidad de reestablecer la fisiología natural y en consecuencia la salud.
  
• Optimización del Sueño: Mejora de las condiciones de descanso (ambiente oscuro, reducción de la exposición a luz azul) y uso de suplementos naturales (melatonina, magnesio, triptófano, GABA etc.) para un sueño reparador.
  
• Terapia de Luz Roja: Exposición a luz de espectro rojo que favorece la producción de colágeno, reduce la inflamación y apoya la regeneración celular.
  
• Terapias de Medicina Regenerativa: Prácticas como la sueroterapia, ozonoterapia, terapia neural y medicina ortomolecular para apoyar la regeneración celular y la respuesta antiinflamatoria.
  
• Meditación, Respiración Consciente y Consciencia Corporal: Técnicas de respiración y meditación para reducir el estrés, mejorar la resiliencia y equilibrar el sistema nervioso.
  
• Inmersión en Hielo o Terapia de Frío: Exposición controlada a bajas temperaturas que reduce la inflamación, mejora la circulación y activa el sistema inmunológico.
• Grounding (contacto con la tierra): Conexión directa con la tierra (caminando descalzo o con dispositivos de grounding) para equilibrar la carga bioeléctrica del cuerpo, reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
  
• Plantas Sagradas: Uso de enteógenos en contextos terapéuticos o ceremoniales, para profundizar en la autocomprensión, liberar bloqueos emocionales y promover la sanación psíquica.
  
• Exposición a la Luz Solar: Práctica controlada de exposición al sol para mejorar la producción de vitamina D, regular el ciclo circadiano, mejorar la salud mitocondrial y elevar el ánimo.
  
• Skygazing: Mirar el cielo durante el día permite al cuerpo sintonizarse con los ritmos circadianos así como recibir abiertamente influencias energéticas que provienen de todo el sistema solar y que permiten la sintonía con los ritmos del universo.
• Ejercicio de Alta Intensidad (HIIT): Entrenamientos breves y de alta intensidad para optimizar la salud cardiovascular, la fuerza y el metabolismo.
• Entrenamiento de Fuerza: Levantamiento de pesas y resistencia para mejorar la masa muscular, la densidad ósea y la salud metabólica a largo plazo.
• Suplementación estratégica: Uso de suplementos específicos (como ácidos grasos omega-3, vitamina D, complejo B) para apoyar el sistema inmune, la energía y la función cerebral.
• Inmersión en Sauna o Terapia de Calor: Sesiones en sauna para desintoxicar el cuerpo, reducir el estrés y mejorar la resistencia cardiovascular.
• Microdosis: Uso de pequeñas cantidades de compuestos psicodélicos (como psilocibina o LSD) para mejorar el estado de ánimo, la creatividad y la concentración de forma consciente y segura.
• Optimización de la Hidratación: Consumo de agua de calidad y minerales adecuados para asegurar una hidratación efectiva que favorezca la función celular y energética.
• Reajuste Postural: Ejercicios de corrección y técnicas de conciencia postural que ayudan a prevenir lesiones y mejorar la salud músculo-esquelética.
• Práctica de Estiramiento: Ejercicios que permiten liberar las tensiones acumuladas y recuperar el flujo de energía restaurando el equilibrio entre mente y cuerpo.
• Vida Minimalista: Reducir lo innecesario para dar eespacio a lo esencial, mantener un entorno y hábitos minimalistas nos permite vivir con mayor paz, claridad y satisfacción.
• Terapia de Flotación: Sesiones en tanques de flotación o “cámaras de aislamiento” que inducen una profunda relajación y permiten un descanso restaurador.
• Respirar aire puro: Respirar aire puro mejora la oxigenación y reduce la carga tóxica en el organismo, optimizando el sistema respiratorio y nervioso, así como contribuyendo a una mejor claridad mental y equilibrio emocional.
• Baños de naturaleza y Biofilia: Los baños de naturaleza disminuyen el cortisol y restauran la coherencia entre cuerpo y mente, ayudando a reducir el estrés, fortalecer el sistema inmune y promover el bienestar integral.
• Vínculos sociales: Los vínculos sociales profundos fomentan la resiliencia, regulan el sistema nervioso y fortalecen el sistema inmune, aportando un sentido de pertenencia y propósito esencial para la salud emocional.
• Sexualidad sana: Una sexualidad consciente y equilibrada beneficia la salud cardiovascular, mejora la autoestima y la conexión de pareja, estimula neurotransmisores clave para el bienestar físico y emocional.
• Vestimenta libre: Usar ropa cómoda y de materiales transpirables favorece la postura, la circulación y la libertad de movimiento, contribuyendo a un estado
  de ánimo positivo y reduciendo el estrés físico.
• Sentido de vida: Tener un sentido de vida aporta dirección y resiliencia, activa áreas cerebrales ligadas a la motivación y mitiga el estrés, promoviendo una salud mental y física más equilibrada.
• Trabajo creativo: El trabajo creativo estimula la plasticidad cerebral, facilita la expresión emocional y reduce el cortisol integrando la salud mental con el crecimiento personal y el bienestar general.
• Hobbies: Generar espacios de desconexión y autoexpresión que reducen el estrés y elevan la dopamina, mejorando el estado de ánimo y la resiliencia. Además, permiten explorar talentos y cultivar una vida equilibrada.
• Casa-Contenedor: Buscamos darle vida a nuestro hogar, darle una personalidad al lugar en el que habitamos con la finalidad de vivir en un entorno que tenga vida, que sea visualmente acogedor y en el cual podamos sentirnos seguros, contenidos y libres.